lunes, 25 de junio de 2012

NIBIRU: EL ORIGEN. por Alan Brain

Nibiru en cilindro sello VA243

Nibiru aparece, según Sitchin, en el cilindro-sello VA243. En este se aprecia el Sistema Solar, incluyendo al planeta Nibiru.

Nibiru ya forma parte del imaginario popular. Algunos creen que es un nombre salido de una película de ciencia ficción y otros creen que lo inventó un loco. Lo cierto es que muy pocas personas se han aproximado al trabajo de Zecharia Sitchin sobre el planeta Nibiru con seriedad, y desde la neutralidad que otorga el respeto.

Sitchin plantea que, hace miles de años,  los dioses Anunnaki, mencionados en las tablillas sumerias, llegaron a la Tierra desde otro planeta. Crearon a los humanos y convivieron con ellos transmitiéndoles su conocimiento. En este link puede encontrar algunas de las evidencias que apoyan esta teoría.

Las preguntas que trataremos de responder en este, inusualmente extenso, artículo son: ¿sobre que bases elaboró Sitchin la teoría de la existencia de Nibiru? ¿sobre que cálculos estableció su gigantesca órbita? ¿existen otras teorías sobre un planeta escondido en los confines del Sistema Solar?

El famoso cilindro-sello VA-243  fotografía inicial de este articulo, no fue, como muchos creen, el punto de partida de la investigación de Zecharia Sitchin sobre Nibiru. En todo caso, Sitchin interpretó el cilindro-sello VA-243 apoyándose en otras evidencias.

Si bien algunos estudiosos de la cultura sumeria interpretan de manera diferente la iconografía de esta tablilla. Hasta ahora, no hay ninguna interpretación definitiva. Todas, incluyendo la de Sitchin sobre la referencia a Nibiru, son hipótesis.

Zecharia Sitchin (1920-2010), defendió la existencia del planeta Nibiru por más de 30 años.

¿Sobre que bases elaboró Sitchin la teoría de la existencia de Nibiru?

Sitchin empieza la búsqueda del planeta Nibiru, del que habrían venido los Anunnaki, en los textos de las tablillas sumerias.

Dentro de la visión de Sitchin, estos relatossumerios suponen documentos científicos e históricos que narran la vida y obra de estos seres mientras vivieron entre los humanos y nos entregan indicios sobre el planeta Nibiru. Cabe aclarar que en este punto de su investigación, Sitchin aún no había deducido que el nombre del planeta de los Anunnaki era Nibiru, sin embargo, para facilitar la comprensión del texto usaremos la palabra Nibiru para referirnos a este planeta.

Algunos pasajes, como el siguiente indican que los Anunnaki eran capaces de ir y volver del planeta Nibiru, mencionado en algunos textos como la morada celestial de Anu, líder de los Anunnaki.

“(Enki) le hizo tomar (a Adapa) el camino hacia el cielo, y hacia el cielo se elevó. Cuando él había ascendido al cielo y se había acercado a la puerta de Anu…” (Extracto del mito de Adapa citado por James Pritchard en “Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament”. Princeton University Press. 1969.)

Sitchin, de acuerdo con su teoría, identifica la “puerta de Anu en los cielos” como el planeta Nibiru de los Anunnaki. En otros textos, Sitchin encuentra referencias de viajes realizados por Anu desde Nibiru hacia la Tierra, y de varios viajes realizados por Enlil e Ishtar desde la Tierra hacia Nibiru. Sitchin deduce que si los Anunnaki fueron capaces de realizar varios viajes entre la Tierra y Nibiru, este no debería estar demasiado lejos del Sistema Solar.

A partir de este detalle, Sitchin empieza a buscar textos o  representaciones artísticas que puedan encaminarlo en la búsqueda de Nibiru. Su primer hallazgo significativo es la representación (en la imagen de abajo) de la deidad sumeria Inanna, que extiende sus rayos a once cuerpos celestes que flotan en formación circular alrededor de ella.

Inanna era representada de varias maneras, una de ellas es esta que podría hacer alusión a su título de “Dama de los Cielos”, en la que aparece rodeada de cuerpos celestes. Para Sitchin, podría ser también la representación de un Sol, alrededor del cual orbitan 11 planetas.  Quizás, uno de esos planetas podría ser Nibiru. Sitchin lleva su hipótesis al límite de lo razonable, aunque hay que precisar, que no existe ningún consenso sobre el significado de las estrellas que rodean a la deidad.

La primera representación que Sitchin encuentra en la búsqueda de Nibiru, en la que se aprecia a Ishtar, "La Dama de los cielos", rodeada de estrellas. Sitchin sostiene, que esta tambien podría haber sido una forma de representar el Sistema Solar.

Sitchin se pregunta, si fuera cierto que esta representación de Inanna es también una representación del Sistema Solar ¿por qué los sumerios contaban a 11 planetas? ¿estaba Nibiru entre estos once planetas?

Antes de continuar, Sitchin decide indagar sobre el nivel de conocimiento astronómico de los sumerios, y para eso, nos presenta su visión del desarrollo de la astronomía.

Para él, Nicolás Copérnico tomó de los astrónomos griegos la teoría de que la Tierra giraba alrededor del Sol. Sitchin nos pone dos ejemplos:

  • El astrónomo griego Aristarco de Samos(310-230 a.C.) sostenía, en el siglo III a.C., que los desplazamientos de los planetas eran más comprensibles si se ponía al Sol en el centro del sistema.
  • El astronomo, matematico y geografo griego Hiparco de Nicea (190-120 a.C.), en el siglo II a.C, descubrió el fenómeno de precesión de los equinoccios, un fenómeno que sólo se puede explicar si uno considera que la Tierra es una esfera y no una superficie plana, como se creía hasta el siglo XV.

Siguiendo con la búsqueda de Nibiru, Sitchin sostiene que astrónomos como Hiparco, quien había vivido en Asia Menor, sabían que la Tierra era una esfera pues habían recibido el conocimientos de fuentes mesopotámicas. Para probar su hipótesis, Sitchin nos cuenta:

“El mismo Hiparco confirmó en sus escritos que sus estudios se basaron en un conocimiento acumulado y verificado durante milenios. Y nombró a sus mentores, «los astrónomos babilonios de Erek, Borsippa y Babilonia». Gemino de Rodas indicó a los «caldeos» (los antiguos babilonios) como los descubridores de los movimientos exactos de la Luna. El historiador Diodoro Sículo, en el siglo i a.C, confirmó la exactitud de la astronomíamesopotámica, y afirmó que «los caldeos dieron nombre a los planetas… en el centro de su sistema estaba el Sol, la luz más grande, del cual los planetas eran ‘descendientes’, reflejando la posición y el brillo del Sol»”

Según Sitchin, los astrónomos sumerios fueron los primeros en descubrir que la Tierra giraba alrededor del Sol.

Según las investigaciones de Zecharia Sitchin en su búsqueda del planeta Nibiru, Nicolás Copérnico obtuvo el conocimiento para estudiar y comprobar la teoria heliocéntrica del Sistema Solar de astrónomos griegos como Hiparco de Nicea y Aristarco de Samos, quienes la tomaron de los astrónomos sumerios.

Pero, ¿qué evidencias tenemos sobre el avanzado conocimiento astronómico de los sumerios? ¿los astrónomos sumerios conocían a Nibiru?

Sitchin nos pone algunos ejemplos:

  • El profesor Alfred Jeremías descubrió que los astrónomos mesopotámicos conocían el fenómeno de la retrogradación, el curso errático y serpentino que parecen tener los planetas cuando son observados desde la Tierra.
  • Un texto clasificado como el AO.6478, presenta una lista de 26 estrellas visibles a lo largo de una línea, que sería lo que hoy llamamos el Trópico de Cáncer, y precisa las distancias entre las estrellas, medidas de tres formas diferentes.
  • El profesor H. V. Hilprecht de la Universidad de Pensilvania, analizó varias tablillas sumerias que contenían operaciones matemáticas, y encontró que todas se basaban en el numero 12’960,000. Su análisis concluyó que este numero estaba relacionado con el Gran Año zodiacal de 25,920 años terrestres, lo que significaba que los sumerios conocían bien el fenómeno de precesión.

  • El profesor George Sarton descubrió que las posiciones de los cuerpos celestes se calculaban con dos métodos: uno tardío, utilizado en Babilonia; y uno más antiguo, utilizado en Uruk. Lo inesperado de su descubrimiento es que el método más antiguo, el de Uruk, era más preciso y sofisticado que el tardío.

Para Zecharia Sitchin, no queda duda de que los sumerios tenían un nivel de conocimiento astronómico muy avanzado para su época, y hasta para la nuestra. Los sumerios, deberían haber conocido la existencia del planeta Nibiru.

El disco sumerio clasificado como K8538 es una prueba más del avanzado conocimiento astronómico de los sumerios. Desde 1880 hasta la actualidad, ha sido objeto de todo tipo de hipótesis, incluida la de Sitchin. Eso lo veremos en la siguiente entrega de esta serie.

Nibiru y los sumerios

Regresemos a Nibiru.

Luego de encontrar representaciones artísticas que podrían representar un Sistema Solar con 12 planetas y comprobar el nivel de conocimientos astronómicos de los sumerios, Sitchin nos refiere al termino sumerio “mul”.  Según sus investigaciones, los sumerios se referían a todos los planetas, estrellas o constelaciones, indistintamente, como “mul” (lo que brilla en las alturas). El problema aparece cuando en algunos textos se encuentra el termino “mulmul”.

Los estudiosos de la cultura sumeria sostienen que “mulmul” debe ser traducido como “estrellas’ o, más específicamente como las “pléyades”. Pero, el investigador Franz Kugler sostuvo que el termino no podía ser traducido como “pléyades” pues en algunos textos se afirmaba que “mulmul” incluía a los planetas, al Sol y a la Luna. Kugler encontró, además, que en algunos textos aparecía el termino ‘mulmul ul-shu 12”, es decir “mulmul es un grupo de doce”.

ulmul”:Sitchin, entonces, propone que “mulmul” es el termino que los sumerios habrían usado para referirse al Sistema Solar utilizando la repetición (MUL.MUL) para indicar el grupo como una totalidad. Para reforzar su teoría cita una traducción de Charles Virolleaud. Este investigador tradujo el texto mesopotámico clasificado como K3558, que describe a los miembros del grupo “mulmul.

El número de sus cuerpos celestes es doce. Las estaciones de sus cuerpos celestes doce. Los meses completos de la Luna es doce.”

Sitchin nos presenta otro texto que apoya su teoría. Ernst Weidner encontró que, algunos textos sumerios como la llamada tablilla TE se referían al “camino del Sol” de la siguiente manera:

“naphar 12 shere-mesh ha.la sha kakkab.lu sha Sin u Shamash ina libbi ittiqu”

Weidner tradujo la inscripción anterior como:

“todo en todo, 12 miembros adonde la Luna y el Sol pertenecen, donde orbitan los planetas”.

Podemos apreciar a los 8 planetas "oficiales" de nuestro Sistema Solar, y dos planetas enanos, Plutón y Ceres. Plutón se encuentra más allá de Neptuno, y Ceres en el cinturón de asteroides. Los sumerios contaban a Nibiru como un planeta más del Sistema Solar.

Para Sitchin, los textos mencionados confirman que los sumerios contaban a 12 cuerpos celestes en el Sistema Solar, incluyendo al Sol y a la Luna. Si en la actualidad sólo contamos “oficialmente” a 8 planetas en el Sistema Solar (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno) ¿cómo llegaron los sumerios y los Anunnaki a contar doce cuerpos celestes en el Sistema Solar? ¿estaba Nibiru entre esos doce cuerpos celestes?

Si incluimos al Sol y a la Luna, como Sitchin sostiene que hacían los sumerios instruidos por los Anunnaki, llegaríamos a 10. Pero aún nos faltan dos. Sitchin propone que uno de esos planetas es Plutón y el otro es Nibiru, el planeta de los Anunnaki. Revisemos el caso.

Nibiru, Plutón y los planetas enanos

Plutón es un planeta de menor tamaño cuya órbita lo mantiene en la parte exterior del Sistema Solar, más allá de Neptuno. Su orbita está inclinada 17 grados sobre la orbita de los 8 planetas “oficiales” del Sistema Solar (plano que se denomina la “eclíptica”). Esa inclinación de 17 grados y su posición en los limites del Sistema Solar fue lo que hizo que Plutón pasara desapercibido por miles de años, hasta ser descubierto en 1930. Hoy en día, Plutón es considerado un planeta enano (ya no es parte de los planetas”oficiales” del Sistema Solar)  y no es el único de su especie. El planeta enano de mayor tamaño es Eris, luego le sigue Plutón, Makemake, Haumea y el asteroide Ceres.

Algunos investigadores se preguntan ¿por qué los sumerios conocían precisamente a Plutón y no a cualquier otro de estos planetas enanos? ¿por qué no afirmar que los dos planetas faltantes de la teoría de Sitchin eran dos planetas enanos que habían sido observados por los Anunnaki? ¿por que tendría que ser Nibiru uno de esos dos planetas faltantes?

Lo más probable es que Sitchin tenga razón, y Plutón haya sido el único planeta enano considerado por los Anunnaki y los sumerios como parte importante del Sistema Solar. La explicación podría estar en las orbitas de Eris, MakeMake y Haumea, que tienen 30 grados o más de inclinación sobre la eclíptica dificultando, extremamente, su detección y/o observación. Por algo, estos 3 planetas enanos han sido descubiertos en los últimos 10 años.

En esta ilustración podemos apreciar como la orbita de Plutón no está en el mismo plano de las orbitas de los ocho planetas del Sistema Solar.

¿Ceres podría haber sido considerado por los sumerios como otro planeta?  Su órbita sólo tiene una inclinación de 10 grados sobre la eclíptica (lo que lo hace más fácil de ubicar, por algo se descubrió en 1801) y se encuentra en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Sin embargo, con un diámetro que es poco más de un tercio que el de Plutón, Ceres podría haber pasado desapercibido para los sumerios y/o los Anunnaki.

Es decir, existe la posibilidad de que los sumerios hayan observado a los 8 planetas “oficiales” y a Plutón, porque el ángulo de la órbita del último no se aleja demasiado del ángulo de las órbitas de los otros 8 planetas “oficiales” de nuestro Sistema Solar, como si lo hacen los otros planetas enanos descubiertos en los últimos 10 años.

Sitchin, entonces, identifica a los 12 planetas que representaban y a los que se referían los sumerios en sus textos como: los 8 planetas oficiales, el Sol, la Luna, Plutón y Nibiru, al cual a modo de identificación denomina como el 12avo planeta.

Nibiru, el 12avo planeta, y el sello VA243
El complicado rompecabezas que Sitchin ha tenido que armar para plantear la teoría del planeta Nibiru va tomando forma, pero aún faltan muchos detalles.

Revisemos el famoso cilindro-sello VA243 (que podemos apreciar abajo). Sitchin propone que la disposición y tamaño de los círculos que aparecen en el cilindro-sello VA243 (de aparente origen acadio), guardan una relación con las posiciones y dimensiones de los planetas de nuestro Sistema Solar y nos indica la posición del planeta Nibiru.

Cilindro-sello VA243. Podemos apreciar la enumeración de planetas que hizo Zecharia Sitchin, corregida para su mejor entendimiento. 1. Urano, 2. Saturno, 3. Jupiter, 4. Nibiru, 5. Marte, 6.Mercurio, 7.Pluton, 8. Luna, 9. Tierra, 10. Venus, 11. Neptuno. 12, Sol.

El único error de Sitchin es que, en su afán de probar que estos círculos representan a los planetas del Sistema Solar, no contempla la posibilidad más adecuada. Según Sitchin la Tierra es el circulo identificado como número 6. Nosotros proponemos, como se aprecia en la ilustración, que la Tierra es el circulo identificado con el número 9. Comenzando desde el punto que esta más abajo y siguiendo por izquierda tenemos 1. Urano, 2. Saturno, 3. Jupiter, 4. Nibiru, 5. Marte, 6.Mercurio, 7.Pluton, 8. Luna, 9. Tierra, 10. Venus, 11. Neptuno. 12, Sol. De esta manera, la Luna (8) esta más cerca de la Tierra (9), Plutón(7) es el más alejado del Sol, y Mercurio (6) es más pequeño que la Tierra.

Es cierto que, inclusive en este caso, Venus aparece representado más grande que la Tierra, pero no olvidemos que estamos tratando con representaciones artísticas de más de 4,000 años de antigüedad. Para Sitchin, el planeta identificado con el número 4, es el planeta Nibiru, el planeta de origen de los Anunnaki.

Veamos si el símbolo central, realmente, puede ser un Sol.

Según Jeremy Black y Anthony Green en su trabajo “Dioses, Símbolos y Demonios de la Antigua Mesopotamia”, el símbolo del dios Sol Utu o Shamash es una estrella de 4 puntas dentro de un disco, con 3 líneas ondulantes saliendo de cada una de las intersecciones de las líneas que forman las puntas de la estrella (ver imagen arriba). El símbolo central que Sitchin denomina como el Sol es una estrella de 6 puntas, no tiene ninguna línea ondulante, y no está dentro de un disco. Por consiguiente, no puede ser Shamash. Tampoco puede ser Ishtar pues según el mismo estudio citado más atrás, el símbolo de esta deidad es una estrella de 8 puntas dentro de un disco. Tampoco es una estrella, pues normalmente se representaban con 8 puntas.

A la izquierda la representación de Ishtar (una estrella de 8 puntas encerrada en un circulo). A la derecha arriba, el símbolo que aparece en el cilindro-sello VA243. A la derecha abajo, el símbolo del dios Utu/Shamash.

Según Jeremy Black y Anthony Green las estrellas de 6 puntas, como el signo que Sitchin identifica como el Sol, no tienen un significado conocido:

“El motivo de una estrella de 6 puntas ocurre durante el mismo periodo (neo-asirio) pero es de significado desconocido.”

¿Podríamos estar ante un representación del Sistema Solar, como un todo, y no exclusivamente del Sol? en otras palabras, ¿podría ser esta una representación del Sistema Solar al que, según Sitchin, los sumerios llamaban “mulmul”?

La investigadora Van Buren sostiene que los círculos y el símbolo central del VA243 no son más que una representación de las pléyades, el que algunos estudiosos de la cultura sumeria llaman “mulmul”, pero la representación artística guarda muchas mas similitudes con el Sistema Solar que con las pléyades. Además, como hemos visto antes, Franz Kugler demostró que traducir “mulmul” como pléyades no era correcto pues habían varios textos que incluían al Sol y a la Luna dentro del “mulmul”.

Como ya sabemos, las hipótesis de Sitchin pueden pecar de audaces, pero tienen fundamentos lo suficientemente sólidos como para no descartarlas “a priori”.

Fuentes:

- Zecharia Sitchin.(2007). Book I of The Earth Chronicles. The 12th Planet. Harper Collins.
- Zecharia Sitchin. (2007). Book II of The Earth Chronicles. The Stairway to Heaven. Harper Collins.
- Zecharia Sitchin. (2007). Book III of The Earth Chronicles. The Wars of Gods and Men. Harper Collins.

Con mucho cariño, Isolda

LA ESPIRITUALIDAD MÁS EXPANDIDA ES EL AMOR EN VERDAD ILUMINADO CON VALORES APLICADOS.
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA

No hay comentarios:

Publicar un comentario